Así lo han constatado los técnicos de Control de Edificación del Ayuntamiento de Madrid que trabajan en la consolidación del edificio, ubicado en el número 17 de la avenida de Pablo Neruda. Ochenta y dos familias han tenido que abandonar sus casas y no podrán hacerlo próximamente ya que es necesario demoler parcialmente el bloque de trece alturas porque la última planta es «irreparable», han indicado a Efe fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid.
Solo dos familias necesitaron anoche alojamiento de emergencia, gestionado por el Samur Social, ya que el resto de los vecinos afectados por la explosión pasó la noche en casas de familiares o amigos. «Hay tarea para semanas», han subrayado desde el Consistorio. De las 82 familias que durmieron fuera de sus casas, 78 residen en el edificio afectado, otros tres en un segundo bloque y otra familia en un tercer inmueble.
La explosión afectó principalmente a las plantas 12 y 13, y causó daños en un radio de treinta metros, registrándose desperfectos en edificios colindantes por la proyección de cascotes, tanto de la calle Pablo Neruda como en las colindantes Antonio Mairena y San Claudio. Después de que los bomberos del Ayuntamiento de Madrid sanearan el viernes las zonas afectadas de los tres inmuebles dañados, los técnicos municipales se centraron en apear la estructura y los forjados de las dos últimas plantas, deshechos por la explosión.
Ahora, trabajan en la elaboración de un informe para determinar el estado del edificio. Fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible han precisado que este lunes a las 19:00 horas se ofrecerá información a los vecinos afectados en la Junta Municipal de Puente de Vallecas.
Un total de diecisiete personas con golpes y contusiones tuvieron que ser atendidas por Samur-Protección Civil, alguna con crisis de ansiedad y otra con quemaduras, todas heridas de carácter leve, incluida la vecina que reside en la vivienda donde se produjo la explosión.
