La entidad destaca, en un comunicado emitido este jueves, que más de 300 personas de la localidad participaran en la primera marcha celebrada en Rivas para reclamar el pronto cierre de esa infraestructura, bajo el lema «¡Incineradora no!». La plataforma hace hincapié en que los ciudadanos se han cansado de que la planta de basuras lleve «24 años vierte sus dioxinas a los vecinos de este municipio y de los limítrofes». Por ello, insisten en pedir al nuevo Ejecutivo de la ciudad de Madrid que lleve adelante el plan de cierre de la incineradora aprobado por el anterior Gobierno municipal, con la fecha límite prevista de 2025.
De acuerdo al calendario previsto por la ya exconcejal delegada del área de Medio Ambiente, Inés Sabanés, el objetivo a corto plazo para la ciudad de Madrid es verter solo el 35% de los residuos de la ciudad en 2020, lo que se espera conseguir con las diferentes medidas de mejora de las recogidas selectivas y de recuperación de materias en las plantas de tratamiento.
En 2020, según detalló la exdelegada, expira el contrato de gestión de esta planta, y por ello expresó su deseo de que el nuevo contrato de gestión ahondara en aquellos elementos que permitan ir a un modelo progresivo de «residuos cero» y de economía circular. La inversión en el conjunto del plan era de 1.554 millones hasta el año 2022.
Para lograr el objetivo de acabar con la incineración, la exedil del Gobierno de Manuela Carmena explicó que previamente toda la ciudad debía tener «desplegado» el sistema de recogida de materia orgánica -el contenedor marrón-. El plan contemplaba una transformación de Valdemingómez que mejore las tasas de recuperación de materiales, el tratamiento del 100% de los residuos y un mejor aprovechamiento de los recursos recuperados como el biogás, además de mitigar el impacto de los olores.
