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Baden Baden

Kurhaus Baden-Baden.jpg

Hay un encanto tan especial en la ciudad alemana de Baden Baden que la hace casi perfecta. La atmósfera que se respira en ella refleja la quintaesencia de un estilo de vida absolutamente placentero. Su ambiente conjuga la salud, la elegancia, la cultura, el deporte y la fiesta con una excelsa tranquilidad. Los parques y jardines “Lichtentaler Allee”, de tres km. de longitud, ubicados en pleno corazón de la urbe, son una buena prueba para quienes aspiren a una relajación total sin pasar por la consulta de un terapeuta. Este espacio protegido, conocido también como “Oasis verde” es una de las delicias  de la ciudad. Desde sus senderos, pueden observarse más de 300 variedades de árboles y flores, aparte de sus lujosas residencias que, eso sí, no están al alcance de cualquier bolsillo.

¿Aguas milagrosas? ¿Música celestial?

Los romanos fueron los primeros en descubrir hace 2.000 años las propiedades curativas de las aguas de Baden Baden  y en construir los típicos baños (sus ruinas aún pueden visitarse). La mayoría de sus premiados hoteles están dotados para ofrecer, bajo la fórmula Spa, Belleza & Bienestar, los beneficios terapéuticos de sus aguas (corazón, circulación, reuma, etcétera) Aunque, desde una profundidad de 2.000 m. el agua caliente (68º C) surge también del manantial de la Terma Caracalla o de la Friedrichsbad al servicio del público en general.

Sin embargo, las aguas de Baden Baden no las separaría ni Moisés del fervor musical que se vive en la ciudad. Su Orquesta Filarmónica es una de las más antiguas de Alemania. Los  conciertos al aire libre están acompañados por figuras mundiales como Plácido Domingo. Su Teatro de  Ópera, al estilo del de Paris, tiene un aforo de 2.500 asientos y ofrece más de 300 representaciones por año. Cualquier aficionado a la música sabe de qué forma tan apasionada se vive la música en Alemania. Baden-Baden no iba a ser una excepción. Por su parte, el Museo Frieder Burda es una simbiosis del arte moderno y el contemporáneo. En él se ofrecen exposiciones pictóricas y escultóricas.

Prohibido aburrirse

Baden Baden  brinda al visitante un mosaico inacabable de actividades culturales, deportivas y de ocio como pocas ciudades de su dimensión en el mundo. Son famosas sus carreras de caballos en el hipódromo Iffezheim y sus apuestas: se han llegado a pagar 64.750 euros por 1,25 euro apostado. Aunque el Casino no se queda atrás. Y, aunque sólo sea por admirar sus majestuosos salones, merece la pena visitarlo. Marlene Dietrich lo calificó como “el casino más bello del mundo”. Tomar unas copas en su lujoso bar dispara la imaginación. Crees que en cualquier momento aparecerá  por tu lado James Bond acompañado Hale Berry. Si quieres vivir esta ensoñación no olvides la corbata. No la perdonan. Tampoco las compras en el coqueto centro histórico, repleto de terrazas al aire libre donde tomar una cerveza y ver pasar los variopintos visitantes se convierte en todo un show. O acudir a los restaurantes para gourmets  o a los de sabor local (Rizzi o Kurhaus) para degustar su cocina regional con un vino de Rebland. En cuanto a hoteles, la oferta es enorme. Uno de los más recomendables es Heliopark (Hirschst.1. Tel. +49 (0) 7221/9390. [email protected]). Un “hotel con encanto”, céntrico, y con todo tipo de servicios. Baden Baden se deja querer y es imposible no sentir ya una nostalgia anticipada antes de abandonarla.

Más información: Ofic.Nal. Alemana de Turismo; c/ San Agustín, 1º dcha. 28014 Madrid. Tel.914293551.
www.germany-travel.E-mail:
[email protected]

www.franciscogavilan.net

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