Las vallas de la parcela ubicada a la altura del número 42 de San Cipriano -propiedad del INVIFAS (Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas)- llevan dos meses caidas. Fue el pasado 26 de agosto cuando un vecino, apoyado sobre el cerramiento, se percató del mal estado en el que se encontraba y alertó del peligro. Los Bomberos acudieron entonces y optaron por derribar 26 metros del muro existente. Desde la Junta Municipal han requerido ya al INVIFAS para la limpieza del solar y la reparación del vallado. Una operación que se encuentra, según afirman, en fase de contratación. “La obligación del INVIFAS es mantener la parcela en perfecto estado”, asegura la concejal del distrito, Carmen Torralba y aunque “siempre ha existido buena colaboración con ellos y han atendido nuestras peticiones”, se trata de una parcela muy antigua que, requiere de atención. Según fuentes municipales, hace unos meses tuvieron que actuar por la superpoblación de gatos callejeros; con el calor, las hierbas secas suponen un peligro por el riesgo de incendio; y el pasado verano el muro que linda con Condesa Vega del Pozo tuvo que ser reforzado por el riesgo de derrumbe.