El sector VI de la Cañada Real Galiana, poblado que atraviesa los términos municipales de Coslada, Rivas-Vaciamadrid y Madrid, carece de servicios básicos como colegios o redes de transporte público. Sus vecinos tienen que desplazarse a distritos cercanos para estudiar o trabajar y las únicas formas que tienen de hacerlo son a pie o en vehículo privado, medio no muy extendido entre las familias con escasos recursos que residen en la zona.
Los niños que cursan las etapas de Primaria y Secundaria disponen de una ruta escolar facilitada por el Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo, una vez finalizan la educación obligatoria, si quieren seguir estudiando, el hecho de no disponer de un medio de transporte público supone un gran obstáculo para ellos. “Las únicas formas que estos chicos y chicas tienen de acudir a los centros educativos son andando o en bicicleta. Para ello, tienen que recorrer más de 2 km hasta la estación de metro más cercana por caminos embarrados, sin alumbrado y no demasiado seguros”, denuncian desde la asociación El Fanal, entidad social que trabaja en la zona.
“El hecho de que estos jóvenes puedan cursar un módulo de grado medio o superior o ir a la universidad tiene un evidente impacto positivo en su futuro. Que tengan que abandonar sus estudios por no contar con un medio de transporte es dramático para estas familias, que luchan para ofrecer a sus hijos e hijas una formación que les dote de herramientas para salir de la situación de pobreza y exclusión en la que se encuentran. Si queremos que estos chavales tengan las mismas oportunidades que el resto, debemos facilitarles el acceso a ellas”, comenta Rocío Díaz, educadora de El Fanal.
Desde esta asociación llevan años reclamando al Ayuntamiento de Madrid una ruta escolar que facilite a estos jóvenes acudir a los centros. A pesar de que desde el consistorio se ha prometido una solución, ésta aún no ha llegado. “Hemos visto cómo se ha conectado Vicálvaro con la parte de la Cañada Real que pertenece a este distrito. Allí la problemática del aislamiento también existe, pero no es tan sangrante como en Valdemingómez y las familias de esta zona siguen esperando”, afirman desde El Fanal.
Los jóvenes afectados han puesto en marcha distintas iniciativas con el objetivo de dar visibilidad a esta problemática e insistir en la llegada de una solución. Con la ayuda de El Fanal han organizado la Carrera de Relevos Fanalera, en la que participaron más de cien personas. Se trata de un trayecto de 2 km, que es aproximadamente la distancia que deben recorrer diariamente estos jóvenes para ir al colegio.
