Mariano Pérez y Virginia Ayala son una pareja de Vicálvaro que regentan un restaurante en la sierra madrileña. Su trabajo se vio truncado a finales del verano cuando un vehículo de ingeniería urbana del Ayuntamiento de Madrid golpeó su furgoneta, a la altura del número 2 de la calle Cordovín. “Fue sobre las diez de la noche y lo vieron varios vecinos, del golpe que le habían dado subieron nuestro coche encima de la acera”, declara Mariano. Tras los hechos, acudió a la comisaría de San Blas-Canillejas a presentar la denuncia y tras llamar al 010 le remitieron a la Junta Municipal.
Servicios Sociales como solución
Tras rellenar todos los impresos, presentar imágenes del siniestro, Mariano no recibió respuesta. Al no poder hacer frente a los gastos de reparación de la furgoneta, en última instancia este vecino del distrito solicitó una entrevista con la concejal presidenta de Vicálvaro, Carmen Torralba, quien le contestó con una carta. En la misiva le indicaba que no ha habido “sobre este accidente ningún antecedente en el distrito” y le aconsejaba dirigirse a los Servicios Sociales, algo “que considero como una ridiculez, se ríe de mí”, afirma Mariano.
Primas por parte
El Ayuntamiento dispone de un seguro y Mariano cree que los conductores del vehículo municipal no informaron del siniestro porque perciben una prima que perderían en caso de dar parte. Afortunadamente este vecino de Vicálvaro repara como puede los desperfectos de la furgoneta, le destrozaron la aleta, un retrovisor, un faro, la dirección, una reparación que se cifra en unos 800 euros aproximadamente. Porque Mariano entiende que esa furgoneta es su “forma de vida” no cejará en su empeño hasta que se haga justicia.
