“No queremos antena de telefonía móvil”. Ese es el grito unánime de los vecinos de la urbanización Gran Parque O´Donnell. Y es que, aquellos que en su día fueron noticia por residir en la mejor vivienda protegida de España, protagonizan ahora una lucha a contrarreloj con las administraciones para impedir que Orange instale una antena en la azotea de sus casas. Denuncian que se sienten engañados por Diursa, propietaria del inmueble, pues cuando todo comenzó hace unas tres semanas “negaron que fuera cierto y cuando por fin nos dijeron la verdad, nos explicaron que carecemos de derechos jurídicos para decidir sobre este tipo de cuestiones”. Algo paradójico, “pues no podemos poner pancartas en nuestras ventanas, ni hacer taladros sin solicitarles permiso previo, pero ellos sí que pretenden instalar una antena sin ni siquiera consultarlo”, asegura un vecino.
Los inquilinos de este inmueble, ubicado en el número 10 de la calle Marmolina, temen que la antena pueda ocasionar problemas de estrés, cáncer u otras dolencias. Y aunque los científicos aún no se han puesto de acuerdo sobre los efectos de las ondas electromagnéticas en la salud, afirman que tampoco se ha demostrado que la exposición a estas ondas sea absolutamente segura. “También se desconocían los riesgos del tabaco y el amianto, hasta que se demostraron”, asegura uno de los afectados.
Obra paralizada
Así las cosas, los inquilinos avisaron a la Policía Municipal, y unos días después la Junta de Distrito dictaba orden de paralización de los trabajos por carecer de licencia. Pero creen que el hecho de que la antena ocupe finalmente su tejado es cuestión de tiempo. Por ello, han pedido ayuda a los vecinos de las comunidades contiguas, a las asociaciones, a los partidos políticos y a la propia concejal del distrito, Carmen Torralba, que se pronunció sobre el asunto durante el pasado Pleno. Ante los asistentes, que le increpaban con carteles contra la instalación de la antena, Torralba explicó que la concesión de la licencia es un acto reglado ajeno a las competencias de la Junta. “Si se cumplen todos los requisitos el Área de Urbanismo está obligada a conceder los permisos de colocación”, manifestó. La concejal aseguró además entender la preocupación de los vecinos y recalcó que, “en todo caso, no hay que olvidar que la última palabra la tiene el Ministerio de Industria, pues es este organismo el que concede la licencia de funcionamiento”.
Por su parte, el concejal socialista, Daniel Viondi, pidió a la edil que traslade la inquietud vecinal al Área pertinente y solicitó que, “por solidaridad, esta Administración sea lo más exigente posible en el cumplimiento de la norma”.
Un colegio a 50 metros
Mientras tanto, los vecinos de Gran Parque O´Donnell afirman que no cejarán en su empeño, y siguen desarrollando acciones para manifestar su disconformidad con la instalación de esta antena que se sumaría a las otras con las que ya cuenta el distrito (en la gasolinera de San Cipriano, en el edificio de telefónica -calle Fuente de San Pedro-, etc.). Sin ir más lejos, el pasado fin de semana organizaron una recogida de firmas muy cerca de los puntos que consideran se verán más afectados: el propio bloque, el Parque Forestal de Valdebernardo y el CEIP Pedro Duque, ubicado justo enfrente del inmueble. Este último es, además, otra de las principales preocupaciones, pues más de 100 niños, de entre 3 y 12 años, podrían dar sus clases a diario a 50 m. de la antena. La directora del centro, consultada por este periódico, declinó hacer declaraciones sobre el asunto.
