”Esto es una falta de sensibilidad social. Es deplorable la falta de sensibilidad de Ana Botella y su equipo. En el siglo XXI, en una situación tan difícil como en la que estamos, no se puede dejar abandonados a unas personas que necesitan apoyo”, ha dicho Jaime Lissavetzky, portavoz del grupo socialista, después de entrevistarse esta mañana con alumnos y profesores de los cursos de formación para jóvenes que se imparten en el Centro Socio cultural Santa Petronila. Con Lissavetzky han estado la concejala responsable de Educación, Ana de Sande, y la diputada de la Asamblea de Madrid, Josefa Navarro.
En 2005 el Ayuntamiento puso en marcha los programas de Garantía Social, (que en 2009 pasaron a denominarse Cualificación Profesional Inicial), a fin de proporcionar a jóvenes de los distritos más desfavorecidos, que no han acabado sus estudios, una formación adecuada para incorporarse a un puesto de trabajo posteriormente. En Villaverde, en el centro de Santa Petronila, se realizan dos talleres, uno de hostelería y otro de electricidad. Por estos talleres han pasado en los últimos siete años más de 400 alumnos.
Los contratos de los profesores que los imparten concluyen el 31 de agosto y no se ha recibido aviso de que se renovarán. Y no se ha abierto el plazo de matriculación para el próximo curso. El Ayuntamiento y la Consejería de Educación de la Comunidad, requeridos por alumnos y profesores, han respondido que los talleres se mantendrán hasta el mes de diciembre, para cumplir los compromisos con los alumnos, pero no han dado respuesta sobre el futuro del programa más allá de diciembre.
“Estamos asistiendo al desmantelamiento de la ciudad del bienestar. Ya no hablamos sólo del estado del bienestar, es más que eso”, ha dicho Lissavetzky, que ha criticado que mientras se derrocha dinero en otros asuntos (por ejemplo, en el palacio de Cibeles) se escatima en asuntos de mayor transcendencia social y económica.
“En época de recesión, se lo dijimos en el pleno, los recortes y los ajustes sólo llevan a más recesión, a más desempleo. No tenemos más que ver las cifras de la Encuesta de Población Activa, que se han dado a conocer esta mañana: en Madrid el paro ha crecido por encima de la media nacional. En Madrid sobrepasamos, según nuestros cálculos, los 300.000 desempleados. Con estos resultados, pensamos que más que nunca, necesitamos estos programas de inserción laboral”.
Los alumnos de los talleres son jóvenes de entre 16 a 20 años, con escasos recursos y dificultades para adaptarse al medio escolar. El programa formativo tiene dos fases: el primer semestre se dedica a la formación en un perfil profesional, y en el segundo los alumnos se incorporan a una empresa colaboradora. Según Lissavetzky, estas prácticas ya están reduciéndose: si el año pasado por estas fechas todos o casi todos los alumnos estaban ya trabajando, este año, a causa de la nueva legislación laboral, sólo dos alumnos han entrado en las empresas colaboradoras.
