La tarde-noche del pasado 5 de enero estuvo llena de colorido, ilusión y fantasía. Las calles de todos los barrios del distrito se encontraban abarrotadas de gente que esperaba ansiosa la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. A las 18.00 horas los tres Reyes en sus carrozas salían de la calle Burjasot, en el barrio de San Cristóbal de los Ángeles. Desde allí, acompañados por otras tres carrozas -una dedicada a la película Ratatouille, otra a los dibujos de Walt Disney/Pixar Cars y la primera de la Comisión de Festejos AA.VV. la Unidad- se dirigieron a la calle Godella, Rocafort y a la Avenida de Andalucía, donde centenares de niños esperaban con los brazos abiertos a sus majestades. Fue en este punto donde la lluvia de caramelos se hizo más intensa y donde los más pequeños encontraron su recompensa después de la larga espera en la calle. Después serían algunas de las calles de los barrios de Villaverde Bajo, Los Rosales, Oroquieta y El Espinillo las que recibían la visita de Sus Majestades. Más tarde, tras una breve parada, la cabalgata se desplazó hasta la Ciudad de los Ángeles para terminar en Villaverde Alto, más exactamente en el solar situado frente al número 45 del Paseo de Alberto Palacios. Allí, los niños se acercaron a los Reyes para repasar la lista de regalos que esa noche dejarían en cada una de sus casas. Así terminó, un año más, uno de los acontecimientos más destacados y mágicos del año en el distrito.
