El Gobierno de Madrid pretende mejorar, potenciar y revitalizar los cascos históricos de los barrios periféricos y en esta ocasión el ‘afortunado’ es el casco de Villaverde, definido por su Plaza Mayor y el entorno de la Iglesia de San Andrés, que goza del máximo nivel de protección. El Ayuntamiento ha aprobado un Plan Especial para poner en valor el patrimonio histórico del distrito de Villaverde.
El ámbito de actuación está delimitado, al norte, por las calles de Palomares, Albino Hernández Lázaro y Asfalto; al este, entre el paseo de Talleres y las calles de Litago y Oxígeno; al sur, por la calle del Doctor Pérez Domínguez, y al oeste, por la calle Vieja de Pinto.
Impacto negativo
La intervención aprobada mejorará las condiciones urbanísticas de la Plaza Mayor del distrito y protegerá los edificios históricos del ámbito. Para ello, algunos de sus inmuebles quedarán incluidos en el Catálogo de Edificios Protegidos. Una medida que establece instrumentos normativos para su conservación, e introduce el concepto de "impacto negativo" para eliminar las actuaciones inadecuadas a las características del entorno.
Dentro de estos impactos negativos existen determinadas construcciones con ubicación inadecuada, cableados en fachadas o la situación de contenedores de reciclaje, que tendrán que quedar emplazados fuera del ámbito del Plan Especial.
La actuación mantiene los trazados y alineaciones existentes. El incremento de las pequeñas áreas estanciales y espacios libres -así como su interconexión- reforzarán los valores ambientales del entorno. El proyecto contempla también un nuevo punto estancial en la manzana del antiguo cine de Villaverde.
Respecto al tráfico rodado en el casco histórico, el documento propone la reordenación de la circulación para paliar su impacto negativo. El Ayuntamiento estudiará alternativas de circulación que mantengan un solo sentido en parte de la avenida Real de Pinto, favoreciendo los recorridos periféricos al casco.
