Situada en lo que antes era el pueblo de Fuencarral el restaurante Casa Pedro ha pasado por muchas denominaciones y ha dado covijo a varias actividades empresariales. Fue conocida como la Casa de la Silvestra siendo paso general de arrieros, ganaderos y buenas gentes de entrada a Madrid, por el camino de Irún. En 1825 cambiaría de nombre y pasaría a llamarse Casa de la Pascuala convirtiéndose en una fonda y casa de comidas. Posteriormente fue una bodega y casa de postas dedicada a la venta de vinos de garnacha, moscatel y pardillo y especializándose en cordero y cochinillo asados. Entre sus grandes degustadores destaca el Rey Don Alfonso XIII. Ahora, con más de cien años de historia a sus espaldas, el restaurante Casa Pedro se ha convertido en uno de los comercios galardonados por el Ayuntamiento con una placa instalada a la entrada que reconoce su centenario trabajo. “Siento una gran alegría, es un privilegio. Ya somos la sexta generación y esto va para largo”, agradeció el propietario Pedro Guiñales.
Celebración y despedida
A este acto acudió Paloma García Romero, exconcejala de Fuencarral-El Pardo, que además de reconocer el trabajo de calidad de este restaurante, se despidió de su hasta ahora distrito con palabras de agradecimiento y dio la bienvenida a Tetuán “estos cuatro años han sido muy gratificantes y espero haber cumplido con muchas de las expectativas de los vecinos. Ahora me enfrento a un nuevo reto, con nuevos vecinos y nuevos problemas que resolver”. Miguel Ángel Villanueva, delegado del Área de Economía y Empleo, también estuvo presente en la inuaguración de la placa, diseñada por el humorista gráfico Mingote. “Ya hemos entregado 28 placas y esta es la primera que se da a un comercio fuera de la zona centro de la ciudad. Se trata de un reconocimiento de nuestra ciudad ya que estos establecimientos se han convertido en una seña de identidad para los ciudadanos de Madrid”, afirmó Villanueva.