“Este barrio sólo tiene dos entradas y salidas en co-che, lo que hace que sea una ratonera”. Así describe la situación circulatoria del barrio de Begoña la presidenta de la Asociación de Vecinos del mismo, Mª Ángeles Sánchez.
La estrechez de estas calles, unida a que son de una sola dirección, complica aún más la circulación por esta zona. Algunos vecinos han denunciado a EL DISTRITO la dificultad que encuentran a diario para aparcar.
Hay muchas viviendas, muchos coches, y pocos espacios para estacionar. Si dejar un coche en doble fila en cualquier calle de Madrid puede provocar importantes molestias, hacerlo en alguna de las calles de Begoña crearía un verdadero caos.
Isidro, uno de los vecinos de la zona denuncia la situación que vive en la calle próxima a su casa. “Llevamos un año y medio intentando solucionar el tema, pero no conseguimos nada -explica-. Hemos acudido a la Policía, a la Oficina de Atención al Ciudadano, a la Junta,… las patrullas vienen, pero no se consigue nada”. Comenta que todos los días hay numerosos vehículos que aparcan en una zona sin asfaltar, “que sería una bonita zona verde si no aparcaran tantos coches en ella”. Además, justamente por esa calle pasan muchos niños que van a un colegio próximo, por lo que la salida y entrada de coches a dicha zona resulta peligrosa.
Para Mª Ángeles, “el problema no es de los vecinos, sino de la propia ubicación del barrio”. Desde la asocia-ción explican que ya se han solicitado estudios para plantear nuevos aparcamientos de residentes.
Otra de las cuestiones que preocupa a la asociación de vecinos es la existencia de puntos negros circulatorios en el barrio. Son cruces donde los coches mal aparcados impiden la visibilidad, y se producen numerosos golpes. “La solución no es llamar a la Policía para que multen a los mal aparcados, sino pedir que se modifiquen esos cruces para evitar que se pueda aparcar mal”, afirma Mª Ángeles, “y en eso seguiremos trabajando”.
