“No me gusta vivir encima de un garaje clandestino”, afirma, Francisco Rubio, vecino del número 48 de la calle Eugenio Salazar. Y es que, tras investigar durante años las irregularidades correspondientes a este garaje y comprobar que ha estado funcionando sin licencia, en la actualidad, un documento procedente del Departamento de Licencias de la Junta, expone que “las obras relativas a la creación de la plaza nº17 de aparcamiento se consideran como infracción urbanística prescrita”. Y todo, pese a que el concejal del distrito, Luis Miguel Boto, otorgase, por fin, la licencia de actividad a este garaje. En este sentido, Rubio no entiende “cómo es posible que se haya creado una plaza de parking sin existir legalmente el garaje en cuestión”. Por esto, considera que “ha habido manipulación en la tramitación de la documentación para la obtención de la licencia, con un posible objetivo de salvaguardar los intereses privativos de terceras personas”. El vecino aclara que no pretende cerrar el garaje sino que “se adapte a la normativa”.