Estrena techo la próxima semana. Será la primera vez que vemos el coso bajo esta impresionante estructura de metal. Pesa 160 toneladas. Para verlo habrá que entrar en el coso o subirse a las alturas. Se acabaron los toros con paraguas.
Todo esta listo para que esta instalación, Bien de Interés Cultural desde 1994, albergue espectáculos culturales, deportivos o sociales durante todo el invierno.
Se trata de una cubierta de 160 toneladas de peso, 102 metros de diámetro y otros 276 de altura máxima compuesta por vigas de aluminio y varias capas de lona de PVC que irán sustentadas en bloques de hormigón. En total, se han colocado 30 vigas dobles en la parte superior de la grada, que, a su vez, hacen de contrapeso.
El colocar estos contrapesos al final de la grada permite que esta cubierta, construida en Estrasburgo, que es transparente en el centro y permite ver el exterior, no se pueda apreciar desde fuera, aunque, por otro lado, reduce el aforo de la plaza, pues se quedan inutilizados todos los asientos de los palcos y de las andanadas. De hecho, el aforo que se queda es de unas 16.000 personas sentadas y unas 1.800 en el ruedo.