Los vecinos del barrio de La Guindalera ya conviven con las obras de peatonalización de la calle Pilar de Zaragoza. El concejal del distrito, Íñigo Henríquez de Luna, y representantes del Área de Obras y Espacios Públicos, convocaron a los residentes de la zona para explicarles los objetivos de las obras. La reunión tuvo lugar a finales de julio, en el Centro Cultural Buenavista, y se informó de que con estos trabajos se pretende poner fin a las aceras estrechas y al “desorden espacial” de las calles. “El proyecto consiste en una gran mejora para la calidad de vida de los vecinos, y se pretende convertir esta calle en el eje vertebrador del barrio”, aseguran fuentes municipales. De esta manera mejorarán el pequeño comercio de la zona y los espacios arbolados. También se renovará la red de alcantarillado y alumbrado.
Obras conflictivas
Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones municipales, muchos de los vecinos no están de acuerdo con estas obras, y así lo han manifestado ante el Ejecutivo.
El primer motivo es que “el Ayuntamiento va a gastar en esta obra 1,17 millones euros, cuando lo podrían invertir en otros asuntos mucho más urgentes como escuelas públicas o centros de salud”. Los vecinos aseguran también que van a desaparecer 128 plazas de aparcamiento para residentes, y se preguntan cuánto les va a costar al año aparcar su coche. Además, los comerciantes intuyen que irán menos clientes a sus establecimientos porque el tránsito en coche se verá reducido, añadiendo la dificultad de la carga y descarga, que también se verá restringida.