El concurso convocado por el Ayuntamiento ya tiene ganador. Se trata de Parque Plegado, el proyecto que se encargará de la creación un nuevo centro deportivo con garantías en materia de accesibilidad. Un centro de entrenamiento para discapacitados que integre a todas las personas y colectivos y que además se convierta en un modelo a nivel internacional al tratarse de una instalación pionera. “Es una iniciativa en la que confluyen la apuesta de Madrid por el deporte y el afán integrador del Gobierno de la ciudad, porque estamos fomentando la práctica deportiva de todos los ciudadanos en condiciones de igualdad”, declaró el Alcalde Al-berto Ruiz-Gallardón durante la resolución del concurso.
Un Jurado a la altura
Estuvo formado por miembros del Ayuntamiento de Madrid, del Colegio de Arquitectos, del Co-mité Paralímpico Español, de la ONCE y por dos arquitectos de reconocido prestigio.
El trabajo elegido está formado por unos planos inclinados, por lo que se asemeja a un parque plegado. La inclinación de las partes que lo componen garantiza una mayor funcionalidad del centro deportivo y facilita el mejor acceso de los usuarios, ya que desde el intercambiador se les conduce al centro mediante unas rampas elevadas.
Accesibilidad universal
El centro contará con una piscina, un polideportivo, seis salas, un área al aire libre, otras destinadas a espacios asociados, aparcamientos y servicios técnicos. Albergará una serie de modalidades deportivas para las que otras instalaciones presentan dificultades, dando cabida a los deportistas de las federaciones de discapacitados. Se realizarán tratamientos específicos para las personas que hayan sufrido algún tipo de lesión. De su equipamiento se encargará el Comité Paralímpico Español, puesto que es la organización que mejor conoce las necesidades de las personas discapacitadas.
Estará situado en una parcela de 12.000 m2 entre la calle Arequipa y la Glorieta Mar de Cristal, una zona muy bien comunicada por el transporte público. Como curiosidad, el centro tiene desde el exterior la apariencia de una roca que varía según la posición desde la que se observe.