El aumento de la plantilla y una gestión adecuada con respecto a la crisis del amianto fueron las principales exigencias de los asistentes. Consignas como ‘Si esto sigue así, andando va Madrid’, ‘Gobierne quien gobierne, lo público se defiende’, ‘Más plantilla, menos corrupción’ o ‘Por un transporte público y social’ resonaron por el callejero capitalino. Y es que, según lamenta el presidente del Comité de Empresa de la entidad, Francisco Javier del Llano, las quejas de los usuarios acaban recayendo en el propio personal.
Con respecto a la sensible situación con el amianto, con dos personas fallecidas por esta causa, la portavoz adjunta de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Sol Sánchez, ha reclamado que se aplique un plan de desamiantado efectivo, en contraposición al actual. Por su parte, la portavoz de dicha formación, Isa Serra, ha expresado que la situación del transporte de la Comunidad de Madrid «esta en peligro» y que es necesario un transporte público que no perjudique a «los ciudadanos de la periferia, que no deje a nadie fuera».
El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, tachó el comunicado de convocatoria de “sesgado” y “sectario”, reprochando a los organizadores que pintasen «todo mal» en la red del suburbano. Matizó que, a pesar de estas críticas, siente «máximo respeto» por la propia reivindicación ya que pueden «reclamar lo que crean procedente».