No pagan impuestos, no tienen licencia y escapan a los controles sanitarios y de seguridad: son los hostales «clandestinos», que según los hosteleros de Madrid ofrecen al menos 8.000 plazas a los turistas y suponen un grave daño a un sector que ha perdido un 15 por ciento de establecimientos legales en dos años.
El presidente la Asociación de Empresarios de Hospedaje de la Comunidad de Madrid, Jesús Martín, calcula que de entre las 70.000 plazas del gremio de hospedaje de la Comunidad de Madrid, más de 8.000 son ilegales y pertenecen a estos pisos que, a modo de apartahoteles u hostales, hacen su agosto en la economía sumergidaporque resultan muy atractivos para los extranjeros.
Los visitantes foráneos optan por ellos porque muchos están en pleno centro de Madrid –calle Atocha, calle de la Cruz, Núñez de Arce– incluso en edificios pintorescos o históricos y porque, en contra de lo que pudiera parecer, se anuncian con impunidad en las grandes centrales de reservas de internet, explica Martín.