La última proposición del Ministerio de Igualdad es acabar en los centros escolares con los cuentos tradicionales como La Bella Durmiente, La Cenicienta, La Bella y la Bestia, etc. O sea, “colorín colorado, este cuento se ha acabado”, pues Aído en las aulas se ha colado. Según la ministra Aído, las niñas no necesitan príncipes azules para ser rescatadas del devenir diario, ya que el contenido de esos cuentos genera diferencias de género. De toda la gente que conozco de mi época infantil, a nadie nos traumatizó ver y leer dichos cuentos.